El yo material (Ego) Vs El yo inmaterial (Espíritu)

Texto perteneciente a una carta escrita por Hermann Hesse a un lector, recopilada en el libro Mi Credo.


“Usted habla del “Yo” como si fuera una cantidad conocida y objetiva, lo cual precisamente no es. En cada uno de nosotros hay dos Yoes, y si alguien supiera dónde comienza el uno y termina el otro, seria infinitamente sabio.
Cuando observamos un poco a nuestro Yo subjetivo, empírico, individual, vemos que se muestra muy caprichoso y variable, que depende mucho de las influencias externas. Por consiguiente, no podemos confiar mucho en él, y aun menos convertirlo en nuestro modelo y nuestro portavoz. Este "Yo" no nos enseña absolutamente nada, aparte de que somos, como dice tan a menudo la Biblia, una raza débil, altanera y cobarde.
Pero existe además el otro Yo, oculto tras el primero, mezclado con él, pero inconfundible. Este segundo Yo, sublime y sagrado (el atman de los hindúes, que usted equipara a Brama), no es personal, sino nuestra parte de Dios, de la vida, del todo, de lo impersonal y ultra personal. Entregarse a este Yo, seguirle, siempre vale la pena. Pero resulta difícil, porque este YO eterno es silencioso y paciente, mientras que el otro Yo es impaciente y ruidoso.”
Hermann Hesse (Mi credo)

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